Acaba de clausurarse en Monleras un nuevo Campo de Trabajo Internacional, en esta ocasión respaldado por el Servicio Civil Internacional, una organización que promueve el trabajo en voluntariado tratando de fortalecer la convivencia intercultural, la solidaridad entre los pueblos y el compromiso por la paz como valores sobre los que cimentar ese otro mundo posible que soñamos.
Gracias a esta iniciativa, durante dos semanas de septiembre, permanecieron en Monleras nueve personas, jóvenes y adultos, procedentes de Polonia, Rusia, Austria, Finlandia, Irlanda, República Checa y España, muchas de ellas curtidas en tareas de voluntariado civil. Su actividad aquí se distribuyó de esta manera: las mañanas las dedicaron a la realización de trabajos en beneficio de la comunidad (mejora de la accesibilidad del sendero local de la rivera y el molino, reconstrucción de una parte del empedrado en el anfiteatro, colaboración en el diseño y acondicionamiento de alguna de las plazas del “territorio del juego”), en tanto que las tardes se reservaron para actividades de conocimiento del pueblo y del entorno, y de convivencia e intercambio de experiencias con los vecinos de la localidad.
Todos, tanto los voluntarios internacionales, como los responsables de la iniciativa en el municipio y la población en general, hemos valorado muy satisfactoriamente la experiencia, que esperamos repetir en próximos años. Nuestro mundo rural, nuestros pueblos, tienen en este tipo de iniciativas una oportunidad interesante de abrir una ventana al mundo, de ensanchar sus horizontes y enriquecerse culturalmente en el encuentro humano con personas venidas de todos los lugares del mundo.
